Primer loliday celebrado.

El vacío de entradas durante todo este tiempo se debe primordialmente a mi falta de cámara, porque 'ora resulta que sí tenía o quería tener evidencia fotográfica de lo sucedido, y como si no fuera suficiente, mi computadora se derritió y perdí todo mi porno y oportunidad de escribir. He estado anotando el montón de cosas que quiero platicar, pero hasta ahora vi la oportunidad de tachar una de ellas de la lista.

Como ya había comentado, el camino para conseguir la congregación de una comunidad lolita en Querétaro ha sido apestosamente desierto, pero yo soy una persona que gusta de estrellarse inútilmente contra la pared hasta que algo cambie, lo mismo que aventar semillas a suelo infértil, así que continué intentando summonear una reunión. Una de esas veces quedamos en un café detrás del Teatro Alameda, pero, como era de esperarse, nadie salvo Lorena (la chica de la vez pasada) asistió. A esas alturas de la vida me daba por servida no haber tenido que esperar horas y que alguien hubiera llegado; al parecer era el día libre de su padre (de quien no sé nada, pero que se ganó ser asociado con una sensación agradable al ser un "Papá buena onda con una camiseta de Iron Maiden") así que toda su familia iba con ella, al final su hermana terminó con nosotros mientras sus padres iban a un evento al Teatro, terminamos pronto porque ellas son niñas bien portaditas todas monas ~

Y sin embargo, porque no tengo llenadera, volví a intentar hacer una reunión, esta vez para celebrar el loliday. Lorena dijo que ahora era ella la que no podía ir, Gabo avisó que llevaría a su hermana y Lluvia pidió el día libre en su trabajo para asistir.

Yo soy súper pinche marica, así que antes que siquiera pensar en qué me iba a poner me puse a comprar cosas para hacerles regalos lolinavideños que terminaron siendo un vaso decorado con listones navideños relleno de dulces de almendra y chocolate con un accesorio lolita para el cabello (made in Waffleland, tsagüeeevo).

No todo podía ser miel sobre hojuelas y debí esperarlas una hora y media (a Lluvia, por lo menos, porque Gabo llegó a las dos horas), tuve tiempo suficiente para reflexionar cada decisión de mi vida que me había llevado a ese momento y poner en una balanza de juicio si todavía tenía algo de dignidad mientras la gente me miraba al lado de la estatua fuera del Museo de la Ciudad.

Resulta de particular importancia resaltar la belleza exquisita y con un deje inalcanzable de Lluvia: jamás me habían detenido en la calle para tomar fotos (también tomemos en cuenta que soy un esperpento y poseo una permanente expresión de "Judging you") como al caminar a su lado. Un vago nos sacó plática, unos frikis nos dieron su tarjeta, unas chicas pidieron foto con ellas, unos chicos nos (le) sacaron información del lolita y un señor le pidió fotos haciendo poses y preguntándole si era modelo. Hablo en serio al decir que es en verdad hermosa.

Tardamos un puterísimo (disculpen el francés) en encontrar un lugar para sentarnos a comer y aunque la cita fue para las seis, no fue sino hasta las nueve que hallamos un jacalito en "Tomando Té" (nada que ver con la canción, aunque debiera).

Fue muy divertido. Usamos un juego de preguntas para conocernos mejor y salieron muchos datos curiosos, chistes e historias personales. Estuvimos ahí hasta las once que nos corrieron del local, pero todavía teníamos ganas de seguir la fiesta así que aprovechamos que a esas horas en domingo teníamos el centro histórico bastante solo para hacer un montón de fotos, además de que yo me derretía de ganas de tener una foto con las enormes esferas de la plaza de armas~

Cuando lo pienso, fue algo bueno que Lorena no fuera porque no la dejan salir a más de las nueve y se me hubiera caído la cara de vergüenza con la mamá de la hora en la que comenzamos, a la que terminamos y todas las referencias a demonios y magia negra que hicimos u_u.